La pandemia nos recuerda la imperiosa necesidad de proporcionar una asistencia sanitaria de calidad para todos. La tecnología móvil contribuye a la prestación de servicios sanitarios en zonas remotas, proporcionando a los trabajadores sanitarios mayores competencias y facilitando al mismo tiempo la vida cotidiana de los pacientes. Para las personas que viven con discapacidades, las tecnologías móviles también pueden representar una oportunidad para ser más independientes al tiempo que obtienen acceso a soluciones más asequibles.

Más allá de las miles de aplicaciones móviles producidas por la industria del entretenimiento, ¿qué soluciones pueden apoyar la misión del Movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja?

En mayo de 2020, el 48% de los 17 millones de citas de medicina general realizadas en el Reino Unido se llevaron a cabo por teléfono, según el NHS. Este abandono de las citas en la vida real es una consecuencia directa de la pandemia de Covid-19, pero también revela una tendencia que ya se practicaba antes de la crisis. En Francia, el número de teleconsultas se ha multiplicado por 40 entre 2020 y 2021.

En Asia, el número de aplicaciones descargadas ha aumentado drásticamente: Un 80% en China y un 190% en la India. Muy por delante de los sectores médico o social, las aplicaciones más descargadas en la App Store -que actualmente cuenta con 1,96 millones de apps disponibles para su descarga- proceden del sector del entretenimiento. Con casi la mitad de los adultos del mundo en posesión de un teléfono inteligente, las tecnologías móviles representan una oportunidad para mejorar la salud pública, ya sea la capacidad de diagnosticar y tratar a personas en zonas remotas, coordinar las citas con mayor facilidad, concienciar sobre los brotes de enfermedades, abordar las emergencias de salud mental o mejorar la atención a los pacientes.

El uso de teléfonos móviles en el sector sanitario -conocido como mHealth- lleva varios años creciendo con fuerza, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios, ya que el índice de penetración de las redes telefónicas suele superar al de otras infraestructuras, como las carreteras o la electricidad. Los servicios de atención sanitaria por teléfono o las líneas directas siguen siendo las iniciativas de salud móvil más desarrolladas a nivel mundial, seguidas de los recordatorios de citas o la movilización comunitaria.

Según un estudio realizado en 2021 por dos investigadores iraníes de la Universidad de Ciencias Médicas de Tabriz, las aplicaciones móviles en el sector sanitario son especialmente eficaces para crear soluciones accesibles y de bajo coste. Pueden clasificarse en cuatro categorías: prevención, diagnóstico, tratamiento y protección.

En México, la empresa social Unima está democratizando el acceso a la detección de la tuberculosis con un sistema de bajo coste y alta tecnología que combina los teléfonos móviles con la biotecnología y la inteligencia artificial. Tras extraer un poco de sangre del paciente, el médico, la enfermera o el referente sanitario puede analizarla enviando una foto a una aplicación móvil. Una solución que no requiere equipos de laboratorio y que se puede poner en marcha en menos de quince minutos.

En España, el programa Entamar utiliza la realidad aumentada para mejorar la vida cotidiana de los niños hospitalizados durante largos periodos de tiempo. A través de juegos creativos con dibujos, imágenes y rompecabezas, esta aplicación interactiva permite a los voluntarios de la Cruz Roja Española estimular la creatividad de los niños y apoyarlos en sus actividades escolares durante su estancia en el hospital.

El 1 de marzo de 2022, durante el Mobile World Congress, únase al evento en línea de 45 minutos organizado por la Cruz Roja Española y la Cruz Roja Francesa, en colaboración con el Stanford Social Innovation Review y el evento Four Years From Now y descubra varias soluciones que utilizan las tecnologías móviles en el sector sanitario.