Un problema de largo recorrido en el sector humanitario es la lentitud del proceso de incorporación y gestión del personal y los voluntarios para su rápido despliegue durante una crisis. La Cruz Roja Australiana ha liderado una iniciativa para abordar este problema mediante la implementación de una solución de identificación digital verificable para eliminar algunas de las barreras estructurales y cargas administrativas asociadas con la incorporación de voluntarios. 

La solución, Traverse, consiste en una plataforma de verificación de información digital (identidad, certificaciones de diplomas, etc.). Centrada en el usuario, móvil, ética y segura, esta plataforma llenó un vacío en el mercado, al tiempo que ofrecía un enfoque descentralizado y autónomo para el usuario. En otras palabras, los voluntarios conservan la propiedad de su información y el control sobre cómo se comparte.

A pesar de implementar esta aplicación web y móvil basada en blockchain y credenciales verificables, la Cruz Roja Australiana dio de baja Traverse en 2021 cuando se encontró con una serie de desafíos críticos. Aunque Traverse no está operativa, brinda lecciones importantes para la Cruz Roja y el sector humanitario en general, sobre el uso de estas tecnologías y sobre cómo desde las entidades humanitarias pueden abordar el desarrollo y la adopción de tecnologías innovadoras de manera más general.

Estas son las principales lecciones aprendidas por la Cruz Roja Australiana

1. La selección de una tecnología para un proyecto humanitario debe tener en cuenta la madurez de la tecnología en cuestión, el desarrollo del ecosistema y la propensión del sector a desplegar tecnologías no probadas, particularmente en contextos de crisis y para poblaciones vulnerables.

Actualmente, los ecosistemas de tecnología blockchain y Web3 no están lo suficientemente maduras para que el sector humanitario pueda implementarlo fácilmente en todo el sistema. Esto es especialmente cierto para la gestión de credenciales, que reveló la importancia de un ecosistema de apoyo y un marco de gobernanza para respaldar el uso de credenciales verificadas.

2. Los actores humanitarios deben tener claro el papel esperado de las diferentes partes interesadas

Al reunir nuevas empresas, usuarios de tecnologías innovadoras y actores de un ecosistema más amplio del sector humanitario, la Cruz Roja Australiana se ha basado en diferentes habilidades, perspectivas y capacidades, con la premisa de que esto conducirá a una innovación útil, ética y responsable. Sin embargo, la Cruz Roja solo pudo comprender las expectativas y los intereses de los roles críticos después de seleccionar una tecnología.

3. Las organizaciones humanitarias deben comprender el compromiso necesario para desarrollar tecnologías innovadoras y explorar alianzas potenciales.

A pesar de la movilización de más de $ 750,000 en apoyo financiero y voluntario de empresas, organizaciones humanitarias, gobiernos y organizaciones filantrópicas, esto no ha sido suficiente para mantener el camino a largo plazo necesario para construir la tecnología y el marco de gobierno necesarios para implementar Traverse con éxito.

4. La innovación en un ecosistema de actores se da al ritmo de los más lentos.

Si bien la capacidad de innovación de Traverse era alta y rápida, el ecosistema humanitario tenía un ritmo de desarrollo y adopción mucho más lento. También se vio afectado por compromisos organizacionales más amplios y apremiantes, como respuestas de emergencia y una pandemia global, que se priorizaron sobre la provisión de apoyo y recursos para Traverse.

5. El sector humanitario se enfoca en resolver problemas específicos, por lo tanto, la innovación humanitaria debe estar impulsada por los problemas más que por las soluciones.

Esto requiere una comprensión profunda y una definición del problema en sí mismo como un requisito previo para cualquier innovación o aplicación tecnológica, y puede significar que la solución más adecuada, particularmente cuando se trata de poblaciones vulnerables, puede involucrar tecnologías habilitadoras (como lápiz y papel) en lugar de tecnología avanzada. 

La mayoría de las partes interesadas involucradas en Traverse continúan creyendo en el potencial de la tecnología blockchain y las credenciales verificables, pero creen que supondrá entre tres y cinco años para que sea ampliamente utilizada y reconocida en el sector humanitario.

Traverse señaló que los recursos necesarios para desarrollar y mantener la tecnología blockchain son demasiado altos para muchos actores humanitarios, como la Cruz Roja, pero las organizaciones humanitarias podrían enfrentar este desafío centrándose en asociaciones con empresas que ya tienen capacidades tecnológicas y utilizan su experiencia.

Para aprovechar al máximo estas asociaciones, las organizaciones humanitarias deben desarrollar su conocimiento y capacidad para ser un comprador informado de socios tecnológicos, productos y servicios tecnológicos. Esto permitiría aplicaciones tecnológicas innovadoras para apoyar el trabajo humanitario de manera segura y ética, para satisfacer las necesidades de las personas y las comunidades a las que se sirve.

Lea el estudio de caso completo de Traverse.